(2/3/11) CC.OO. señala que la mejora de la convivencia escolar pasa por la reducción de las ratios y la colaboración de las familias

2 de marzo de 2011
Ante el inicio, próximamente, por parte de la Consejería de Educación de la negociación de una nueva normativa que regulará la convivencia en los centros escolares, CC.OO. sostiene que, para mejorar la convivencia escolar resulta imprescindible la reducción del número de alumnos por aula, la colaboración de las familias en el proceso educativo y la presencia de educadores sociales y trabajadores sociales en los centros educativos.
La Consejería de Educación está iniciando la tramitación de una nueva normativa para regular la convivencia escolar. En vista a la negociación de este nuevo proyecto, CC.OO. valora que el mismo recoja cuestiones como el fortalecimiento de la protección del profesorado, con un procedimiento completo de colaboración con la Fiscalía Superior de Andalucía, cuestión sobre la que CC.OO. ya lleva un largo camino recorrido, y medidas de protección del alumnado frente al ciber-acoso y la violencia de género en el ámbito escolar.

Sin embargo, según CC.OO., esta nueva normativa objeto de negociación debe tener en cuenta la realidad social del alumnado, y así lo señala el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. Andalucía, José Blanco, «para la mejora de la convivencia escolar, resulta imprescindible la generalización de las figuras del educador social y el trabajador social en los centros educativos, en cumplimiento con el Acuerdo de la Ley de Educación de Andalucía (LEA) que establece la incorporación de estos perfiles en los centros educativos». «Esta cuestión, continúa Blanco, resulta capital para que, desde la escuela, se proporcione un servicio educativo que atienda a la diversidad del alumnado en estrecha colaboración con la Administración y las familias».

«Así, por una parte, la reducción de la ratio (número de alumnos por aula), resulta de importancia capital a la hora de atajar las faltas de disciplina por parte del alumnado cuando el docente imparte clase. Esta reducción favorece que el profesorado pueda controlar mejor el desarrollo de cada sesión educativa. Y por otra, avanzar en la inclusión de educadores sociales y trabajadores sociales como nuevos actores en el proceso educativo, lo que puede suponer el fortalecimiento del compromiso de las familias con el trabajo de los docentes, de manera que toda la comunidad educativa camine en la misma dirección», apostilla Blanco.

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