Sin embargo, según CC.OO., esta nueva normativa objeto de negociación debe tener en cuenta la realidad social del alumnado, y así lo señala el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. Andalucía, José Blanco, «para la mejora de la convivencia escolar, resulta imprescindible la generalización de las figuras del educador social y el trabajador social en los centros educativos, en cumplimiento con el Acuerdo de la Ley de Educación de Andalucía (LEA) que establece la incorporación de estos perfiles en los centros educativos». «Esta cuestión, continúa Blanco, resulta capital para que, desde la escuela, se proporcione un servicio educativo que atienda a la diversidad del alumnado en estrecha colaboración con la Administración y las familias».
«Así, por una parte, la reducción de la ratio (número de alumnos por aula), resulta de importancia capital a la hora de atajar las faltas de disciplina por parte del alumnado cuando el docente imparte clase. Esta reducción favorece que el profesorado pueda controlar mejor el desarrollo de cada sesión educativa. Y por otra, avanzar en la inclusión de educadores sociales y trabajadores sociales como nuevos actores en el proceso educativo, lo que puede suponer el fortalecimiento del compromiso de las familias con el trabajo de los docentes, de manera que toda la comunidad educativa camine en la misma dirección», apostilla Blanco.