El pasado 8 de marzo la Unión Europea preacordaba con Turquía subrogar la crisis de los refugiados. Tras el cierre de fronteras los inmigrantes ilegales, incluidos los refugiados, que se encuentren en territorio de la UE serán deportadas a Turquía a cambio, entre otras cosas, de 6.000 millones de euros de dinero público. Turquía no es precisamente un país seguro aunque acoge a 2 millones de refugiados, a muchos de los cuales repatria a sus lugares de origen en Siria, en su mayor parte zona de guerra. La pseudodemocracia de Erdogan no destaca precisamente por su respeto a los derechos humanos, suele hacer expulsiones de refugiados. Europa se desentiende y no cumple con lo acordado en el reparto de estas personas. España en concreto sólo ha acogido a 18 personas de casi 17.000 comprometidas con Bruselas. Esta no es una solución éticamente aceptable a la llegada de refugiados. Europa tiene potencial suficiente para acoger ordenadamente a un buen número de estas personas.
Ayer, sindicatos, entre ellos CCOO, organizaciones sociales y partidos políticos exigían al Gobierno del PP que no apoye el acuerdo de la Unión Europea y Turquía sobre refugiados en el Consejo Europeo de esta semana. «Este acuerdo es inmoral e ilegal, atenta contra los derechos humanos y el derecho de asilo”, afirmó el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, en la presentación de la convocatoria de concentraciones que se celebrarán en 52 ciudades del país el 16 de marzo contra el acuerdo.
En Málaga la concentración se celebrará esta tarde a las 7 en la Plaza de La Marina.