Nos concentramos, hicimos huelga, nos manifestamos…
Foto Villafaña
En Málaga y en toda España, las mujeres han sido las protagonistas de un 8 de marzo en el que se ha visto una participación masiva en las manifestaciones. Los paros laborales de dos horas por turno convocados por las confederaciones sindicales de CCOO y UGT han sido seguidos por más de 6 millones de trabajadores y trabajadoras.
En la UMA persiste un incomprensible esquirolaje que incidió en un seguimiento mediano entre el alumnado que, en parte no pudo sumarse a las movilizaciones, entre ellas, la gran manifestación celebrada entre la Plaza de la Marina, Larios y Plaza de la Constitución. Afortunadamente, muchas y muchos pudimos participar y disfrutar entre la multitud que abarrotaba el centro de Málaga. Por otra parte, entre la plantilla el seguimiento aproximado del paro fue del 85% durante los turnos propuestos. Lamentamos la incongruente o ambigua actitud de la propia UMA ante esta jornada. Así mientras desde la Gerencia se comunicó innecesariamente (está estipulado ya en la legislación vigente) sobre la aplicación de los efectos económicos y administrativos a quienes secundamos la huelga y que no se correspondía con un paro cuyo motivo es el reconocimiento de igualdad para todas las mujeres, la propia Universidad apoyaba esto último institucionalmente en los actos del Rayo Verde, en donde CCOO también participó de forma visible.
Pese a todo, el éxito de la movilización ha sido rotundo, aunque lo importante es el día a día. Las demandas del movimiento sindical y del feminismo han de ir abriendose paso en las empresas (también en la UMA), en la negociación colectiva, en el diálogo social y en las instituciones, principalmente a través de las iniciativas legislativas del Congreso de los Diputados, a fin de que se activen sin demora medidas contra las brechas de género y la desigualdad, y no se regatee los recursos presupuestarios necesarios para, en particular, hacer frente a las violencias machistas.
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